En Lo mejor del cerdo, Paco Espinosa fríe la realidad en su propia grasa: historias donde el humor y la ternura se mezclan con lo grotesco, y la vida se sirve sin adornos. Relatos que hablan de la culpa, el deseo y la memoria con el sabor de lo auténtico. Una obra que demuestra que, a veces, lo más humano está en lo que se quema y resiste.
