Tu novela «El Verano que nos Cambió» explora temas profundos como la búsqueda de identidad y los secretos familiares. ¿Cómo influyó tu propia experiencia en la escritura de esta obra y qué mensaje esperas transmitir a tus lectores?
Trato de escribir sobre temas que conozco, experiencias que ha vivido alguien cercano o yo misma, para ser capaz de describir con detalle y profundizar en cómo se sienten los personajes. Es inevitable dejar ciertos aspectos a la imaginación, pero como bien dices, El Verano que nos Cambió, a pesar de ser ficción completamente, narra algunas de mis experiencias. Una de ellas es la búsqueda de trabajo tras terminar los estudios y la frustración al encontrar empleos de becaria en los que no eres valorada. Ahora las cosas están cambiando, pero cuando terminé la carrera allá por 2010, el país estaba saliendo de una crisis compleja y los trabajos para quienes no teníamos experiencia previa, escaseaban. Además, en muchos no pagaban o te mantenían trabajando mucho más que una jornada laboral. También vuelco en el libro mi pasión por mis pueblos, los veranos en bicicleta, la vida tranquila del mundo rural o el abandono que sufre por parte de las instituciones. La novela, más allá de entretener al lector, busca que se sienta identificado con sus protagonistas y hacerlo pensar sobre que si la vida que tiene no le hace feliz, merece la pena arriesgar, dejarlo todo atrás y empezar un nuevo capítulo.
Has demostrado versatilidad al publicar tanto relatos como novelas. ¿Cuál es el desafío más grande al trabajar en diferentes formatos y cómo abordas cada uno desde el punto de vista creativo?
Me ha resultado más complicado escribir la novela que el libro de relatos. Es cierto que los relatos y las reflexiones son complejas porque, en apenas un par de hojas, hay que expresar con cuidado y detalle una emoción y una opinión. Es difícil encontrar las palabras correctas cuando se habla de amor, de olvido, de traición, de la amistad, de la familia. Son temas muy amplios y poderosos. Sin embargo, mi novela en concreto, está repleta de giros de guión, las cosas no son lo que parecen, los personajes evolucionan junto a su personalidad, y se mantiene un punto de intriga en casa capitulo. Es difícil no dejar cabos sueltos, que todas las piezas del puzzle encajen y que el lector se sorprenda con el curso de los acontecimientos.
Tu blog, «Compartiendo Macarrones», fue finalista en los premios 20Blogs de 20Minutos. ¿De qué manera esa experiencia influyó en tu desarrollo como escritora y cómo impactó en tu proceso de escritura?
Fue una grata sorpresa y una experiencia muy bonita. Fue así cómo conocí a otros blogueros y escritores, e hice buenos amigos. Conocer sus puntos de vista y sus proyectos de futuro me hizo replantearme los míos propios. Por ejemplo, a raíz de ese evento, entre otras cosas, me contactaron de diferentes editoriales para proponerme sacar un libro. Hasta entonces no me había replanteado seriamente publicarlo y eso supuso un antes y un después.
«El Verano que nos Cambió» ha sido recomendada por la revista Hola. ¿Qué significado tiene para ti esta acogida y cómo crees que ha sido recibida por tus lectores?
Para mí ha sido un honor y estoy encantada de haber salido en sus páginas. Al igual que con cualquier otra revista que se haga eco de mis libros, siempre es un placer que, entre tantos buenos libros y escritores, encuentren un hueco para hablar de los míos. Es normal que muchos usuarios, antes de decidirse por una novela u otra, busquen reseñas y opiniones. Además de la que han dejado en mi web algunos lectores (compartiendomacarrones.com), que encuentren otras opiniones en Goodreads o en revistas como Hola, siempre suma.
¿Cuáles son tus principales influencias literarias y cómo han moldeado tu estilo como escritora?
He leído a muchos escritores de estilos diferentes, he sido una gran lectora desde que era pequeña. Siempre me ha impresionado la narrativa de Zafón, aunque él es más descriptivo. La facilidad y la sencillez con la que narra Elisabeth Benavente me parece admirable. La naturalidad hilarante y fresca con la que escribe Ana Iris Simón en Feria, un libro que me inspira, me fascina. Si tuviera que mencionar a una escritora internacional, me quedaría con Sally Rooney. Lo cierto es que cada autor me ha enseñado algo diferente y luego he escogido lo que me hacía sentir más cómoda, lo que se adapta mejor a mi forma de comunicar. Creo que uno de las características de mis libros es que están contados de forma cercana y sencilla, por lo que se asemejan mucho a mí forma de hablar, como si fuera una conversación entre amigos.
En Literato.es, nos interesa conocer las manías y rituales de los escritores. ¿Tienes alguna rutina especial o manía a la hora de sentarte a escribir?
Cuando se trata de escribir para la novela, y no para mí o para redes sociales, suelo escribir cuando estoy de vacaciones o en un puente largo. Me resulta muy complicado inspirarme después de un día de trabajo, incluso un fin de semana, ya que me siento agotada. Escribo especialmente bien en mis pueblos, situados en Zamora. Mis padres tienen una casa allí y me ayuda a desconectar de la ciudad y conectar con las letras. ¡Los pueblos son una maravilla!
La literatura suele estar acompañada de emociones profundas. ¿Qué significado tiene la escritura para ti a nivel personal y qué emociones te despierta?
Siempre he dicho que yo escribo como terapia. No recuerdo exactamente cuándo empecé a escribir, sé que era pequeña, pero nunca he dejado de hacerlo porque me ayuda a colocar mis ideas o mis sentimientos cuando están enmarañados. Uno de mis textos favoritos llamado «A quien te dejó marchar», recomienda escribir en un folio todo lo que nunca le dijiste a esa persona a que quisiste tanto y que ha dejado de formar parte de tu vida. Vomitar en un papel todo lo que no podemos decir en persona. A veces es duro, es inevitable que nos remueva, pero es una forma de sacar lo que tenemos dentro y seguir cerrando la herida.
Finalmente, ¿puedes adelantarnos algo sobre tus proyectos futuros en el mundo literario? ¿Hay alguna nueva obra en la que estés trabajando o algún otro proyecto en mente?
Actualmente estoy trabajando en una nueva novela muy esperada por mis lectures, suelen preguntarme por ella cada semana, y se trata de la segunda parte de la novela «El verano que nos cambió». Espero poder terminarla este año y poder contaros más muy pronto, ¡me hace mucha ilusión! También estoy trabajando en la segunda edición de «El verano que nos cambió», que saldrá dentro de muy poquito. Y la 5° edición de «La chica de la mesa cuatro» comienza a agotarse, por lo que trabajaré en la 6° edición en unos meses. Estoy muy agradecida por que tanta gente le haya dado una oportunidad así a una pequeña escritora.
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